Cómo proveer cuidados terminales a tu ser querido

Cómo proveer cuidados terminales a tu ser querido


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El proceso de los cuidados terminales consiste en ayudar a las familias a aceptar que un ser querido va a morir, y de ese modo poder comenzar a comprender lo que es más importante para ellos


en el tiempo que les queda. “Los cuidadores deben escuchar realmente a sus seres queridos para ayudarlos a estar bien y no sentir dolor, tanto física como emocionalmente”, recalca Baine. NO


TE CONVIERTAS EN EL CENTRO DE ATENCIÓN La muerte inminente de un ser querido puede ser especialmente difícil para los hermanos, que pueden tener opiniones diferentes o revivir heridas del


pasado. “Este no es el momento de sacar a relucir esos temas conflictivos”, dice Baine, quien comprende que el dolor puede llevar a las personas a concentrarse en cuestiones triviales en


lugar de afrontar la más importante e inevitable. Ha visto a hermanos discutir sobre temas como flores, iluminación o el lugar donde debería colocarse la cama de hospital en la casa. “Trata


de hablar sobre estos temas con antelación y comprende sus deseos para no tener que tomar decisiones en el momento ni discutir delante de la persona que va a morir”. Uno de los errores más


comunes que cometemos los cuidadores es permitir que nos invada nuestra propia ansiedad durante el último momento de la vida. A veces, los deseos y anhelos de la persona que va a morir son


lo opuesto a lo que el cuidador desea o considera que sería mejor para su ser querido. “Debemos respetar lo que el paciente necesita durante sus últimos días y no permitir que nuestros


propios intereses y opiniones interfieran con el proceso”, dice Baine. Ella recuerda a una madre que ya no quiso recibir visitas cuando comenzó a atravesar las etapas de la muerte; sin


embargo, algunos de los hermanos sintieron que debía salir y socializar, como siempre lo había hecho. El esfuerzo que hizo la mujer para intentar cumplir los deseos de sus hijos le quitó


energía y fuerza, lo que dificultó el proceso de su partida.  En su función de doula del final de la vida, Boucher intenta lograr que las personas se centren en lo que siempre disfrutaron e


incorporarlo en los últimos momentos. Ha presenciado algunos gestos muy personales y conmovedores, como cuando la persona que va a morir les pide a sus amigos que se lleven un objeto, un


libro o una obra de arte. A veces, las personas que van a morir desean regalar objetos de valor mientras están presentes, pero para la familia puede ser demasiado doloroso comenzar a


desmantelar su vida antes de que hayan partido.  “Las familias deben escuchar los deseos de sus seres queridos, ya que este tipo de gestos pueden brindarle mucho consuelo y alivio a la


persona que va a morir”, advierte Boucher. “Para algunos es importante saber que sus objetos preciados quedan en manos de alguien que los va a disfrutar”. RESOLVER ASUNTOS PENDIENTES Algunas


personas desean escribir su propio obituario, y para ellas puede ser una experiencia positiva repasar una vida bien vivida. Boucher, que también es escritora, describe el trabajo que


realizó con una mujer que tenía ELA (enfermedad de Lou Gehrig) y no podía hablar. “Me contó su vida por medio de notas y luego me mostró su obituario. Era el tipo de persona que no quería


presumir de sí misma, así que le pedí permiso para agregar algunos de los relatos que había compartido. Cuando se lo leí, aplaudió”.  Algunos pacientes desean usar una determinada prenda de


vestir antes de morir, y otros quieren ver un lugar de su infancia o resolver un asunto pendiente en una relación. Parte del trabajo de acompañamiento en los cuidados terminales es


posibilitar que los pacientes piensen en las partes más significativas de su vida, procurar que puedan expresar esos sentimientos y que los seres queridos que los acompañan los comprendan.


También escuché otros relatos igualmente conmovedores: la ayuda a una mujer que estaba muriendo para escribir una carta a su hijo, la colaboración con un cantautor para componer una última


canción.  “Existe tanto una gracia como una necesidad de darle perspectiva a nuestra vida para no sentir que lo único que nos define es lo que sucede al final”, explica Boucher. “Es


fundamental hablar con la persona que va a morir y descubrir cómo concibe su muerte y el final. Algunas personas invitan a la familia, mientras que otras desean que haya pocas personas


presentes. Algunas desean música, y otras piden que se retiren los vestigios de su enfermedad (sillas de ruedas, inodoros portátiles, andadores, etc.). Mucho de esto tiene que ver con morir


con dignidad”. En la experiencia de Boucher, la mayoría de las personas mueren de la forma en que vivieron. “Si fueron personas reservadas, conservan la misma personalidad hasta el final”,


señala. “Si fueron personas sociables, pueden recibir muchos visitantes hasta el final. Nuestra personalidad no cambia al final de la vida”. CONSEJOS PARA CUIDADORES FAMILIARES * Conversa


sobre los deseos de la persona que va a morir antes de que llegue a la fase final de la vida. * Es casi imposible tratar de responder a todas las necesidades de tu ser querido durante el


proceso de la muerte. Confórmate con hacer lo mejor que puedas: la perfección no existe. * Considera objetivamente tu propia capacidad para brindar cuidados. ¿Podrás cambiar pañales de


adulto, administrar oxígeno o medicamentos por vía tópica, oral o anal?   * Piensa en formas de conferir dignidad. Un cuidador encontró un biombo japonés para colocar alrededor de la cama de


hospital de su madre en la sala de estar, y de ese modo le brindó privacidad y encanto.  * Como cuidador, debes recordar cuidarte a ti mismo durante el proceso de la muerte, incluso con


pequeñas acciones. Sal de la habitación y da una vuelta a la manzana.  * Pide ayuda. Ser cuidador de un ser querido que va a morir es sobrecogedor desde todo punto de vista. Consejos para


iniciar una conversación sobre los cuidados al final de la vida