Molly MacDonald, becaria del Premio Propósito de AARP
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Cuando tenía 54 años, lancé The Pink Fund (en inglés) desde la mesa de mi cocina con el fin de brindar apoyo económico a pacientes con cáncer de mama que recibían tratamiento activo. Hasta
hoy, 13 años después, hemos otorgado más de $3.5 millones en asistencia monetaria a más de 2,289 pacientes con cáncer de mama en todo Estados Unidos.
El problema que estoy intentandosolucionar
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Mientras luchan por su vida, muchas pacientes con cáncer de mama pierden sus medios de subsistencia, con una pérdida de ingresos que puede tener consecuencias devastadoras. De hecho, esto
tiene un nombre: toxicidad financiera relacionada con el cáncer, y según una reseña del 2017 que se publicó en la revista médica Patient, la viven hasta el 73% de todas las pacientes con
cáncer. No se trata solamente de los costos de bolsillo de las terapias para el cáncer, tales como copagos, deducibles y viáticos. Con frecuencia las mujeres no pueden trabajar durante el
tratamiento, lo que representa una caída brusca de ingresos. En consecuencia, no pueden mantenerse al día con facturas básicas tales como los pagos de hipotecas o automóviles, y pueden
contemplar perder su hogar o declararse en quiebra.